«Siempre Alice» de Lisa Genova. Novela
Lisa Genova, la autora de esta novela, es doctora en Ciencias Neurológicas por la Universidad de Harvard. Ha dedicado su primera novela a una de las enfermedades degenerativas de mayor actualidad, que no solo afecta a personas mayores, sino también a personas de mediana edad como la protagonista, Alice Howland.
Alice Howland está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta años, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüísta de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada y olvidadiza, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que su relación con su familia y con el mundo, para siempre.
Su vida se ve truncada y su exitosa carrera queda en stand by ha medida que descubre cómo lidiar con los primeros síntomas de su enfermedad. Así vemos a una mujer colapsada, frustrada, llena de rabia e incertidumbre por su futuro, con miedos que se acrecentan a medida que los síntomas se hacen más perceptibles, sin saber cómo enfrentar una realidad que cada día es más palpable.
Alice es un personaje entrañable. La tomamos de la mano y caminamos junto a ella durante unas trescientas páginas.
¿Qué sería de nosotros sin recuerdos? ¿El sentimiento que nos provocan nuestros seres amados trasciende a una enfermedad como ésta? La novela plantea cuestiones realmente importantes sobre la existencia del ser humano, sobre las oportunidades y la necesidad de amor, de comprensión, de ayuda y de compañía en un camino lleno de soledades y vacíos.
Una novela que retrata de manera profundamente conmovedora los efectos del alzheimer. Con elegancia y delicadeza, la autora nos acerca a los sentimientos de quienes padecen alzheimer y sus familias.
PARA TERMINAR, UNA CITA DEL LIBRO:
- A menudo tengo miedo al mañana. ¿Y si despierto y no reconozco a mi esposo? ¿Y si no sé dónde me encuentro o ni siquiera me reconozco en el espejo? ¿Cuándo dejaré de ser yo? ¿Es vulnerable a la enfermedad la parte de mi cerebro responsable de mi “yo” personal y único? ¿O mi identidad es algo que trasciende las neuronas, las proteínas y las moléculas defectuosas de mi ADN? ¿Son mi espíritu y mi alma inmunes a los estragos del Alzheimer? Yo creo que sí.