Adaptar la vivienda a las necesidades de las distintas etapas del Alzheimer es fundamental tanto para el enfermo como para el cuidador. Dependiendo de la movilidad tendremos que ir haciendo cambios en la habitación, el salón, la cocina, el comedor y el baño. El objetivo es ayudar en el día a día a la vez que evitamos y prevenimos sustos, accidentes o caídas.
En el mercado existe una amplia gama de productos que pueden mejorar su condición de vida y la de sus cuidadores. Otras veces, algunos de estos productos podemos sustituirlos por “trucos caseros”. Todo ello dependerá de la fase de la enfermedad.
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