NUDO AGOSTO

FRENTE AL ALZHEIMER, DETECCIÓN TEMPRANA

Planteo en este nudo la necesidad de un diagnóstico más temprano de la Enfermedad de Alzheimer (EA) para que el enfermo y su familia puedan informarme y decidir, y los profesionales podamos trabajar frente a esta enfermedad.

Pese a ser el motivo más frecuente de demencia en los países occidentales y una de las causas más importantes de dependencia psicofísica, entre un 30 y un 40% de los casos de EA podrían estar sin diagnosticar.

Es habitual que cuando una persona logra su diagnóstico de Alzheimer, a la pregunta “¿cuándo empezó ha sufrir estos síntomas?” la respuesta sea: “hace tres o cuatro años”. Por esta razón, el principal reto al que nos enfrentamos (o en este caso, el principal nudo que debemos intentar desenredar) es el del diagnóstico temprano de la enfermedad.

Es, en este momento, en que debemos hablar del concepto de Deterioro Cognitivo Leve (DCL). Petersen y su grupo definieron en 1997 este síndrome como un estado de transición entre el envejecimiento sano y el que cursa con demencia. Algunas de las diferencias entre los signos de la enfermedad de Alzheimer y los cambios típicos debidos al envejecimiento son los siguientes:

  • Dificultad para recordar sucesos recientes
  • Pérdida de memoria que afecta de forma significativa a la vida diaria
  • Falta de criterio y toma de decisiones deficiente
  • Incapacidad para administrar el dinero
  • Perder la noción de la fecha o de la estación (desorientación temporal) y/o perderse en los lugares conocidos (desorientación espacial)
  • Dificultad para mantener una conversación y/o repetir las mismas historias una y otra vez
  • Extraviar cosas y no ser capaz de repasar las acciones realizadas para encontrarlas 
  • Aparecen problemas nuevos con palabras habladas o escritas 
  • Dificultad para realizar tareas cotidianas en el hogar, el trabajo o el ocio

Ante estos síntomas, acudir a su médico con la mayor brevedad posible ayudaría a la detección precoz de la enfermedad.

El problema surge por las enormes dificultades de diagnóstico de este síndrome, pues se trata de un déficit cognitivo sin la intensidad suficiente como para hablar de demencia, pero que puede suponer un estadio predemencial.

Entonces… ¿qué ocurriría si conociésemos el momento exacto en que el paciente está en esta fase?

Actualmente, los fármacos autorizados para el Alzheimer solo ofrecen mejoras de los síntomas; pero… ¿Qué ocurriría si estos medicamentos que no logran frenar el avance de la enfermedad, pudieran ser eficaces en la fase de predemencia?, ¿Qué pasaría si pudiéramos estabilizar la enfermedad en la fase de DCL durante 6, 12 o incluso 24 meses?.

El paciente sería autónomo para tomar decisiones sobre sí mismo y sobre su enfermedad, podría organizar su vida y decidir sobre sus cuidados y cuidadores, podría redactar un documento de voluntades anticipadas, etc.

Respecto a los familiares, el diagnóstico precoz permitiría el aprendizaje de estrategias para acompañar en el proceso y afrontar la sobrecarga derivada de la atención al paciente con EA, conocer qué recursos existen en la sociedad que les pueden ayudar al cuidado…

Y a nivel profesional, el conocimiento temprano de esta enfermedad sería de gran utilidad a la hora de diseñar planes de intervención mediante programas de psicoestimulación específicos para los primeros síntomas de la enfermedad, trabajar para mantener y/o mejorar las habilidades cognitivas potenciando las capacidades aún preservadas, “construir” habilidades, competencias y recursos que permitan a la persona enfrentar su enfermedad…

Verónica Riesco Roces

(Licenciada en Psicología por la Universidad de Oviedo)

Un pensamiento en “NUDO AGOSTO

  1. Como bien dices Verónica, podemos comprobar en nuestro día a día que cuando las personas llegan a los recursos asistenciales y terapéuticos, lo hacen ya con un grado de deterioro bastante avanzado. Además en la mayoría de los casos es verdaderamente difícil para las personas de su entorno, diferenciar si lo que le ocurre a su familiar, vecino, amigo etc.. se trata de un deterioro propio de la edad o de algo mas grave. Por eso coincido plenamente contigo en la importancia de la detección precoz de las demencias. Es la clave para poder retrasar el avance de la enfermedad y dotar a la persona y su entorno de las estrategias y recursos necesarios para asumirla y afrontarla de la mejor forma posible.

    He aquí un tema pendiente a trabajar y desarrollar por todos, especialmente por los que trabajamos en contacto con esta enfermedad.

    Felicidades por tu nudo!

    Noelia Camino (Terapeuta Centro de Día de La Felguera)

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