Atención centrada en la persona… y los profesionales ¿qué?. Por Teresa Martínez

ACP y profesionalesHemos tocado en numerosas ocasiones la Atención Centrada en la Persona, como el marco de trabajo más adecuado para las personas mayores, también con aquellas más dependientes. En esta ocasión, Teresa Martínez nos ofrece una reflexión sobre una de las mayores resistencias, en este caso por parte de los  y las profesionales, para la aplicación de este modelo. «¿Y ahora que pintamos los profesionales?», «es que todo lo van a decidir los usuarios», «nosotros ya no haremos falta»,…. son algunos de los interrogantes y preocupaciones que aparecen entre los y las profesionales cuando se acercan a este modelo. Para aclarar este punto de la ACP os ofrecemos un enlace a la nueva entrada del blog de Teresa Teresa Martínez. Esperamos que os sea de utilidad.

Para leer esta información sigue el siguiente enlace

 

 

El plan de atención y vida. Por Teresa Martínez

plan

«El plan individualizado de atención (plan personalizado o de cuidados) es una metodología ampliamente utilizada en los servicios de cuidados de larga duración a personas mayores. Su principal propósito, como su propio nombre indica, es planificar una atención individualizada para las personas usuarias coordinando las actuaciones/intervenciones técnicas.

Cabe destacar que esta metodología se ha convertido en uno de los requisitos de índole organizativo- funcional habitualmente exigidos por las diferentes normativas españolas que regulan la autorización y acreditación de residencias, centros de día o servicios de ayuda en el domicilio.»

Para saber más sobre este post del blog de Teresa Martinez sigue el siguiente enlace:

http://acpgerontologia.blogspot.com.es/

Acto de presentación de la exposición » Más allá de la memoria», Día Mundial del Alzheimer

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer inauguramos la exposición fotográfica » Más allá de la memoria» , fruto de la colaboración desinteresada de Francisco J. Lauriño (fotógrafo).

Fue un acto emotivo, en el que nos sentimos arropados por usuarios, familiares, compañer@s y público en general  y en el que Lauriño nos deleitó con esta preciosa carta que reproducimos a continuación:

Amigos usuarios, familiares y personal del Centro de Día  de Lada:

Ha sido para mí un placer conoceros. Uno de esos placeres por los que uno siente que la vida merece ser vivida, porque siempre habremos de encontrarnos humanidad.

Las personas a las que, de vista (nunca mejor dicho, porque fue a través de un objetivo fotográfico), conocí, las relaciones que puede observar (y retratar) entre esas personas, me hicieron tratar con cariño el material que me llevé para casa en mis tarjetas de memoria, porque sentí que era un material muy especial, muy diferente a esos paisajes o a esas calles que a mí me gusta fotografiar; pero, sobre todo, sentí que me llevaba otra cosa: calor humano, vida.

El afán de superación y de lucha por parte de los usuarios, su simpatía, su saber estar ante el objetivo; la entrega y la profesionalidad de los trabajadores que los atienden (y no quiero dejar de mencionar a Orco, el perro que también es un “trabajador” al servicio de estos usuarios); el cariño, en fin, que, durante la fiesta de convivencia con el centro ocupacional de Pando, mostraron los familiares…, todo eso queda, sin lugar a dudas, registrado en las fotografías, pero también queda registrado en otro lugar más importante: en la conciencia, en el recuerdo emocionado de quien hizo las fotos, de este que ahora habla, y que nunca podrá agradecer lo suficiente la oportunidad que entre todos me dieron de conocer un poco mejor el mundo en que vivimos, y en el que, sin duda, se puede ir/vivir “más allá de la memoria”.

A todos, de corazón, muchas gracias.

FRANCISCO J. LAURIÑO

Y gracias a  la colaboración de Beatriz González Carbajal, amiga y compañera del Centro de Día /CSPM La Felguera que recogió estas imágenes, podemos compartirlas con vosotros.

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Quiero saber que tengo Alzheimer

En sus oídos retumbó la temida conjunción de letras: Alzheimer. Era el diagnóstico definitivo de Carlos (su nombre ficticio), de 79 años. Una sentencia que, aunque ya sospechaba, tuvo que insistir a su médico para que le hablara claro. Hace unos dos meses de aquella consulta y desde el minuto cero, al contrario que su neurólogo, este paciente aborda el tema sin tabúes. «Me asustaba, pero necesitaba saber lo que me ocurría, sin rodeos». Sobre todo, pensando en sus hijos. Su idea es «organizarlo todo para que, llegado el momento, le ingresen en una residencia y «no sientan el deber de cuidarme en casa. No quiero ser una carga». Además, también pretende dejar claras otras intenciones, como su predisposición a participar en un ensayo clínico, si existiera la posibilidad, o nombrar a la persona que elige como tutor cuando la situación lo requiera, e incluso determinar quién no quiere que le cuide. Todas, decisiones relacionadas con voluntades para la última etapa de la vida.

El problema, denuncian desde la Fundación Alzheimer España (FAE), es que la gran mayoría de los afectados por esta enfermedad neurodegenerativa no tiene la oportunidad de perfilar su futuro, para ver cómo pueden actuar y guiar a su familia, elegir opciones de tratamiento, cuidados paliativos, etc. «Sólo el 35% de los diagnosticados están enterados de su enfermedad«, afirma Jacques Selmés, secretario de la FAE y ex presidente de Alzheimer Europe. Así lo señala un informe americano (que se centra en 16.000 encuestas a enfermos y cuidadores) realizado por Alzheimer’s Association. El resto no recibe dicha información, ni por parte de sus familiares ni médicos.

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NUDO JULIO

LA ADVERSIDAD TAMBIÉN SE DESANUDA

Nudo a nudo, quizás en algún momento logremos deshacer todos los amarres que sujetan esta temible enfermedad: “La enfermedad del olvido”

En una primera fase quizás los síntomas pasen inadvertidos, empiezan los primeros olvidos: donde dejamos esto, o aquello, pero a cualquier persona nos pasa en alguna ocasión, no le damos importancia y no deja de ser algo verdaderamente anecdótico, en esta primera fase los síntomas pueden ser confundidos con una fuerte depresión, la persona deja de hacer vida social, muestra desinterés por todo lo que antes le atraía, y es frecuente que la familia acuda al Psicólogo en busca de alguna solución para aminorar estos síntomas, empiezan las pruebas: Analíticas, TAC, RNM, etc., las sospechas, la enfermedad sigue su curso y el médico diagnostica Deterioro Cognitivo por probable Enfermedad de Alzheimer, o Demencia por Cuerpos de Lewy, o Demencia Vascular,  o como sea el apellido les confirman el nombre: Demencia, algo que cae como una losa encima de las familias.

La enfermedad avanza, empiezan a desorientarse en el tiempo, en el espacio, y en persona. La perdida de memoria se acentúa, suelen confundir a sus cónyuges con sus padres, o con sus hermanos. Personas con un nivel cultural alto son incapaces de realizar una sencilla resta ó de escribir su nombre. Es muy difícil para las familias ver como un ser querido no te reconoce, no se acuerda de tu nombre, y en ocasiones hasta se intenta escapar de su domicilio.

Todo esto hace que las familias se sientan desbordadas.

Desde esta página quisiera hacerles llegar mi profunda admiración por todos sus desvelos, decirles que no se dejen llevar por el desanimo (ya sé que es fácil decirlo, hay que vivir con esta enfermedad para saber lo que sufren las familias), pero quiero que sepan que aunque les parezca que su familiar no es consciente de todos sus esfuerzos, yo estoy segura que son capaces de reconocer la ternura y el cariño con el que son tratados. También decirles que se cuiden ellos para poder cuidar a su familiar.

Por eso la importancia de llevar a sus familiares en las primeras fases de la enfermedad a los Centros de Día, donde su familiar va a realizar una serie de actividades programadas por profesionales cualificados en personas con demencias, esto no va a hacer que su enfermedad desaparezca, pero les puedo asegurar que las personas que empiezan a acudir a estos Centros mejoran en autonomía, en la relación con las demás personas y lo más importante en su autoestima, y el vivir día a día con ilusión, todo esto hace mitigar por algunos momentos esa perdida de memoria.

Nunca hasta ahora pude expresar mi reconocimiento a todo el personal que trabaja en los Centros de Día, por su dedicación y profesionalidad, que considero ejemplar. Gracias a to@s por el trabajo que realizáis.

Begoña Rodríguez Rodríguez  (Enfermera Evoas)